martes, 7 de julio de 2020

María Ladvenant, la actriz valenciana que triunfó en el siglo XVIII.




El teatro, el cine y la televisión españoles han contado desde siempre con grandes actrices y actores valencianos. En esta ocasión, hablaremos de una de las más famosas actrices y cantantes de su época. Un época eso sí, lejana ya puesto que hablamos de la segunda mitad del siglo XVIII, pero que nos da una idea de lo importante de las artes escénicas en la cultura valenciana.
En Crónicas Valencianas, recuperamos la figura de María Ladvenant.

Cuatro grandes divas en la escena española del siglo XVIII.

Escribió Vidal Corella en el año 1960 que “durante la segunda mitad del siglo XVIII brillan en la escena española cuatro de las más populares artistas que ésta ha tenido en dicha época; cuatro maravillosas comediantes, a cuál más genial y eminente, capaz cada una de ellas de señalar un ciclo artístico en el Teatro nacional. Fueron estas comediantes María Ladvenant y Quirante, la “Divina María”, como era llamada por su arte y su belleza; María del Rosario Fernández, su sucesora, más conocida como “La Tirana”; María Antonia Fernández, “La Caramba”, famosa por su gracia y desenfado y Rita Luna, a quien Goya pintó su retrato…”.

De todas las actrices antes mencionadas, sin duda la que más éxito y fama cosechó fue la primera pero ¿quién era María Ladvenant?

María Ladvenant - Wikipedia, la enciclopedia libre
Retrato de María Ladvenant.

Una actriz nacida en Valencia.

Se sabe que nuestra protagonista nació el 23 de julio de 1741 en Valencia. Hija de actores de modestos teatros que repartían sus escasas ganancias con el Hospital Provincial de Valencia, se vieron estos abocados a abandonar la ciudad cuando el Arzobispo Mayoral, por decreto del rey Fernando VI, mandó cerrar todos los teatros de Valencia por tiempo indefinido en el año 1748.
Así fue como Juan Ladvenant, padre de María, y el resto de la familia llegaron a Madrid y, destacado actor como era, se colocó en la compañía de Teresa Garrido mientras la joven María comenzaba a tomar clases de interpretación.

Según un cronista de la época, en la educación de María Ladvenant “no tuvieron parte aquellos impostores que hacen costosa la ignorancia y hereditaria la preocupación. Su ingenio perspicaz y superior nunca supo sujetarse a aquel estudio estéril en que aprendiendo a discurrir por cabezas ajenas no se deja a la propia tiempo para pensar. Menospreció todas las artes falsas y su corazón tierno y sensible, necesitaba pocos preceptos para llegar a los sublime”.
Por fin llegó el debut de María Ladvenant. Fue en la primavera de 1759 en el teatro de la Cruz y lo hizo actuando como racionista en la compañía de José Parra aunque, apenas un año después cambiaba de compañía y de status ya que pasó a ser segunda dama y sobresaliente en la compañía de José Martínez Gálvez.

Poco a poco, la fama de la Ladvenant fue creciendo y el 13 de junio de 1760, en el teatro del Buen Retiro, en un acto en honor a Carlos III, nuestra protagonista alcanzó su mayor triunfo como dama de la música. Dado su éxito, en 1763 sería nombrada directora de una de las compañías teatrales de Madrid y su estrella comenzó a brillar por encima de las demás.
Sin embargo, y como ocurre por desgracia a menudo, el éxito de María Ladvenant trajo consigo el odio y la envidia de sus propios compañeros de profesión. Precisamente otra artista valenciana, Mariana alcázar Peña, fue una de las que con más inquina se dedicó a hacer le la vida imposible urdiendo todo tipo de tramas.
Otra de las artistas que trató de dañar a nuestra protagonista fue María Teresa Palomino, “La Pichona”, quien según relató Vidal Corella “fue notable por sus pelamesas con María Ladvenant, a quien intentó un proceso criminal sobre palabra y otras cosas, siendo, a su vez, objeto de otro procedimiento por parte de ella”.
Pero el mayor desagravio contra la actriz se produjo cuando fue nombrada en 1763 directora de compañía. En esta ocasión fueron Sebastiana Pereira, una artista de su propia compañía junto a Nicolás de la Calle y Gabriel López quienes enviaron al rey un informe contra María Ladvenant que dio con los huesos de nuestra protagonista en la prisión aunque, afortunadamente y tras comprobar la falsedad de los datos, pronto se le dio libertad.

El ocaso prematuro de una gran estrella.

María Ladvenant, aunque había logrado salir airosa de cuantas trabas le habían ido poniendo sus enemigos, acusó el último golpe y junto a las luchas sostenidas, su desafortunada vida amorosa y el propio trabajo de actriz, hicieron que enfermase y en 1767, con tan solo 25 años, la vida de María Ladvenant se apagó definitivamente.
Se aseguró entonces que la muerte de la actriz dejó huérfano al teatro y se publicaron un sinfín de folletos y publicaciones que ensalzaban el trabajo y la vida de la Ladvenant quien, a pesar de su prematura muerte, dejó cuatro hijos de los que solo su primogénita, Silveria Rivas Ladvenant, heredó la vocación, que no el éxito, de su madre.

María Ladvenant y Quirante, primera dama de los teatros de la ...
María Ladvenant fue incluso tema de ensayos sobre teatro.

Desde Crónicas Valencianas rendimos homenaje a esta valenciana que triunfó y de la que apenas se habla hoy en día. Recordamos la figura de una mujer nacida en Valencia que, en su época, llegó a convertirse en la más genial y eminente artista de la escena española.

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